sábado, 11 de septiembre de 2010

11-S


Como para olvidarlo!! Estaba en medio de una reunión en Estocolmo cuando alguien entró en la sala y dijo "There has been an accident at the World Trade Center in NY". Después pasamos horas deambulando como zombies, leyendo los updates de la CNN.com (en modo texto, casi como un teletipo), en contacto con un corresponsal de un periódico sueco que era (y es, claro) primo de un compañero, viendo y reviendo imágenes dantescas e intentando tranquilizar a la familia que estaba lejos, que no entendía que había pasado (supongo que el shock del asesinato de J.F. Kenedy tuvo que ser parecido). Recuerdo otra frase, radiada desde un teléfono de este corresponsal/primo: "The WTC is collapsing". Yo todavía seguía viendo gente saltar desde las ventanas. Fui a cenar con un amigo y seguíamos enganchados a las cadenas de noticias. El volaba de vuelta a su casa el día siguiente, yo, dos días más tarde.

9 años después, no hemos aprendido nada. Murieron personas, cristianos, judíos y musulmanes. Seguimos matando en nombre de. Un descerebrado pretende quemar Coranes porque van a construir una mezquita cerca de la zona cero (¿Por qué no queman Biblias los otros ya que van a construir una capilla en la zona cero?) y otros cientos de descerebrados queman libros, banderas, matan a 15 personas, y el mundo sigue adelante. Siguiendo esa progresión, el descerebrado inicial podría pensar en matar a 500 personas, en recuerdo de las 15 asesinadas por los otros descerebrados y, así, sucesivamente. Por suerte, todavía no ha pasado... todavía.

He estado en varios países musulmanes (incluso en Ramadán) donde me han obligado a someterme a sus normas religiosas (no consumir alcohol, no comer en horas de día en el Ramadán, que las mujeres se cubran el pelo, o la cabeza completa, comer en sitios separados de las mujeres, no comer cerdo, etc...) mientras que ellos no se someten a nuestras reglas ateas en nuestros países. Esos, que someten sin someterse, que solicitan aceptación sin aceptar, son los descerebrados que siguen sin aprender.