lunes, 8 de agosto de 2016

De vuelta de vacaciones


Pues si, ya estamos de vuelta de vacaciones. 4 semanas de desconexión total (salvo un par de mails la primera semana, no he hecho nada del curro), de estar todo el tiempo con mi familia (hasta mi padre se sumó a la fiesta durante un tiempo), de celebración, de playa, de paseos y... de una rotura fibrilar, pero ni siquiera eso ha ensombrecido las vacaciones. Eso si, no he llegado a leer una página del libro, algún día el periódico y poco más... ha sido inmersión total en familia.

Hoy estamos sufriendo, penando en la vuelta a curro, como es de esperar después de estas vacaciones. La lista de mails no es abrumadora (unos 600) de los que iré dando cuenta durante la semana. Además, todavía tenemos el finde que viene (puente) donde nos iremos a Jarandilla, siguiendo la ruta de Carlos I (de España y V de Alemania, je je) así que nos lo tomaremos con calma.

Lo de la rotura fibrilar ha sido una historia. Después de estas tres semanas en Panamá (ver siguiente entrada), teníamos una semana en Madrid para re-habituarnos a esto de estar de vuelta. Pero después de ver que la adaptación iba bien (ni jet-lag, ni abrumadora vuelta a estar encerrados, ni subidas de tensión... ni ná, vamos), hemos decidido hacer una visita a mis tíos en Granada. Se esta convirtiendo en tradición de verano (ya veremos). Estábamos en el parque (uno de estos que, asombrosamente, tiene sombra, está entre árboles) jugando a eso del pilla-pilla pero avanzado. Este parque tiene, además de los aparatos habituales de niños (toboganes, sitios para escalar, barra fija y todos esos elementos que de niño disfrutamos y de mayor nos sirve de tortura) y además, los dos rectángulos donde están  emplazados (con ese suelo de goma/caucho) tienen unas protuberancias, imitando montículos o piedras (canchos o como queramos llamarlos).

El parque de marras

El juego del pilla-pilla es muchísimo más divertido cuando tienes zonas de exclusión 😄 Así que se me ocurrió la idea de jugar con el pichurro a esto de correr, saltar y reír. Le gustó y quiso repetir el día siguiente (y yo también, que estos días de estar todos juntos han elevado los roces y las tensiones, y me gusta divertirme con mis peques). Así que me lancé a correr, saltar y reír de nuevo. La mala fortuna hizo que al saltar de un montículo para salir corriendo, sintiera como si me hubieran dado una pedrada (o una pelota de goma o una patada) en el gemelo izquierdo. Pensé que me había dado algo y le pregunte al peque, pero no. Pensando que era una contractura, intenté estirar el gemelo y no podía. Mala señal. Rotura confirmada. Aún así, no cambio un segundo.

Hoy he ido al traumatólogo, más que nada por saber que pauta seguir. Me ha tocado ir a urgencias pues no tenía ningún médico con cita (todos de vacaciones). El médico que me ha atendido ha sido algo... particular. Además de ser difícil de entender (hablaba muy rápido y con acento muy fuerte) adornaba todos los gestos con efectos especiales (quizás para dar más énfasis a sus palabras) por lo que me indicaba que me pusiera (pfsiuuuuu) eso que me mandaba por la mañana, nada más levantar (pfsiuuuuu de nuevo, añadiendo gesto indicando que efectivamente me enfunde en algo) y que no me lo quite nunca salvo para ducharme y para dormir y aunque no me duela y 21 días y todo ello sin respirar de forma perceptible. Añade algún comentario del tipo "has seguido andando, no?" sin saber si era bueno o malo. Y alguna comparación difícil: algún paciente me ha dicho que sienten como una bala (pumb)... pues mire, no se como se siente con una bala, una piedra o una pelota de goma si, pero una bala... pues no se (de hecho, no dicen que, en caso de un balazo, no lo sientes inmediatamente? Pues a mi me dolió en el acto). Y alguna prueba? Pues no, palpatoria y tira pa' casa.

Total, que 21 días con un vendaje de compresión (una media con liga, que estoy de un sexi...). Pediré cita con un traumatólogo para después del viaje a Estocolmo, a ver que me dicen. Mientras, me pongo con un par de entradas con las fotos y comentarios del viaje. No son ni una décima parte de lo que querría comentar, pero he pensado "qué coño, el resto lo dejamos para una cerveza!" 😄