martes, 16 de agosto de 2016

Back to business


De vuelta a lo de siempre, levantarme temprano (4:15 esta mañana, que hoy voy mucho más despacio, lo que tiene estar "algo lisiado"), ir al aeropuerto y embarcar, via Frankfurt, a Estocolmo. La rutina de costumbre, como solía decir un pirata de Asterix 😉. La semana es corta, ayer fue fiesta y tenía planes con Chule y los peques. A pesar de la rotura de fibras, por supuesto (aunque no he podido hacer ni un cuarto de lo que me hubiera apetecido). Nos fuimos a pasar el fin de semana/puente a Jarandilla de la Vera. Tierra de pimentón, de retiro monacal (Yuste), buena comida, buena temperatura y una piscina... ¿Qué mas pedir? 😉

Suena "What if I was nothing" de All that remains










La verdad es que el finde ha estado bien. El monasterio de Yuste y el cementerio alemán quedan como anécdota de turismo, el parador y la piscina como extensión de casi 5 semanas de vacaciones, todos juntos todo el tiempo. Ahora volvemos al curro, la semana que viene Chule pasa por quirófano (debería ser rápido y sencillo) y ya estamos (casi) en el comienzo del cole.

Suena "Bujías para el dolor" de Bunbury



La semana, segunda de curro, primer viaje, tenía una agenda a definir, marcada por dos reuniones necesarias. Una de ellas se ha caído de la agenda... parece que no le viene bien a uno de los participantes (es eficiencia eso de traer a alguien desde 3000km de distancia y después, retrasar la reunión en el último minuto a la semana que viene). Bueno, pues la semana que viene me tocará en remoto, así son las cosas. Eso si, por el camino la agenda se me ha ido llenando de otras reuniones así que al final el paseo no es en balde... entre otras cosas porque tengo que intentar ver que voy a hacer en unos meses. Todo parece indicar que no debería tener problemas pero las tribulaciones de un agente remoto como yo son inevitables.