viernes, 24 de junio de 2016

Brexit... y lo que seguirá


Citando a John Carlin en su artículo de ElPaís.com de ayer el Brexit, y los Frexit, Needexit, Deutschausgang, Italuscire y todos esos que surgirán apoyando la estúpida idea de salir (aquí en España lo mismo resurge la Falange más acérrima a reclamar la salida de la EU):

"se trata de elegir entre una visión de nuestro país definida por el espíritu mezquino, ignorante, retrógrado, xenófobo y tribal que encarna Nigel Farage, el líder del partido derechista UKIP (UK Independence Party), o por la generosidad, el sentido común y la solidaridad con un proyecto que desde su fundación ha contribuido enormemente a que hayamos gozado en Europa de una época dorada de paz y prosperidad sin precedentes"

Pero no, se impone la inversión mental, la involución mezquina, retrógrada... medieval. Ya nos ha pasado antes. Después de una evolución sin precedentes de la humanidad, le sigue un periodo de involución, de retroceso, de deshacer lo que hemos logrado. Un periodo donde lo que triunfan son las estructuras tribales, xenófobas, ignorantes, dónde el miedo a todo lo desconocido no solo no motiva las ganas de aprender y de saber más sino que, por contra, genera actitudes de horcas y azadas, antorchas y gritos, linchamientos y ejecuciones públicas de todo aquello que se considera distinto. Quizás estamos en el tipping point de este ciclo (claro que los ciclos son de cientos de años, difícil ver la perspectiva).

Me da pena (y mucho miedo) ver el avance de la ultraderecha más retrógrada en Europa. Me da miedo (y mucha pena) ver como se aceleran los ciclos de involución, ya que llegará el día en que no podamos recuperar lo perdido en el ciclo anterior. Me da mucho miedo y mucha pena ver que, a pesar de las palabras de unos y otros, no seamos capaces de dar la respuesta adecuada desde Europa. Me da mucha lástima ver como hipotecan el futuro de generaciones aquellos que a duras penas viviran un 10% de su vida con esta decisión. Tanto piden los mayores que los jovenes miren por ellos (y tienen razón) y cuando los mayores han tenido que mirar por los jovenes, han aplicado una dura (e ignorante) venganza.

Como dice Xavier Vidal-Foch (Con flema británica), sin ira, sin excitaciones, pero con consecuencia con lo votado, que salgan ordenadamente pero completamente. No vale eso de "ahora paramos la libre circulación de personas, pero todos los tratados de comercio establecidos dentro y desde la EU siguen aplicando". No, señores, ahora se nos van yendo, ordenadamente.

Insisto, una pena.

Suena "Are you dead yet?" de Children of Bodom