domingo, 1 de mayo de 2016

Insomnio (Sleepless again)


Se despierta de nuevo bañado en sudor frío, recuerdos vagos del sueño. Coge un papel de nuevo. Lo escribe, intentando recordar todos esos detalles. No parecen sueños, parecen recuerdos (esto se lo ha dicho y desmentido mil veces) pero están ahí. Mira a su lado y ve a una mujer, su mujer... pero no es ella. Y ¿dónde están los niños? No tiene niños, pero los sueña (recuerda, se dice). Esa es la parte más dura. Los niños. Le duele hasta la extenuación no verlos, no oírlos. Pero sólo son sueños, ¿verdad? (Se vuelve a repetir). Pero no puede ser, insiste, peleando contra su propio raciocinio. Algo que es un sueño no puede doler tanto (ha investigado, sabe que sí, que puede doler mucho... y más, pero no quiere creerlo, no!). Pero duele, y mucho. 

Al menos la mujer de al lado (su mujer) no se ha despertado. Le resulta muy difícil explicarle los sueños que pueblan sus noches (y muchas veces sus días). Se inventa historias, finge, hace que duerme mientras vela sus sueños, quieto en su cama en la semi oscuridad de la noche en esa ciudad. Hace no mucho consiguió convencerla de dormir en camas separadas, juntas pero distintas. Inventó historias (¿no sería todo otra invención? Está demostrando que es bueno en eso de inventar) sobre el colchón, sobre los movimientos, sobre él y sobre ella hasta que accedió a hacerlo así: dos camas, con dos colchones distintos pero unidos en la base. El alba roza la ventana. Se levanta y se va al baño. El sueño (recuerdo) de hoy estaba plagado de datos (como casi todos últimamente), necesita escribirlos mientras están frescos en su cabeza.

Una vez que lo ha escrito todo, se ducha y despierta a su mujer. Según se deshacen los restos de la noche, se sumerge en su vida de día. Un beso, una jornada de trabajo por delante... Pero hoy es diferente, hoy tiene muchos datos acumulados, necesita procesar todo... la hora de comer será perfecta para ello. Lee y relee sus notas, trazos de recuerdos (sueños) que apuntan a algo. En realidad no recuerda cuando empezó (siempre, quizás?) pero en los últimos años se ha ido intensificando. Ya no son sueños esporádicos, ya sueña de día, de noche, cada vez que cierra los ojos. Las imágenes son más nítidas, más claras. Eso ayuda. De hecho, una imagen que identificó en las noticias fue el comienzo de la carrera que hoy, espera, dará un giro importante.

En las noticias hablaban de una mujer víctima de la violencia, algo que era común esos días... parecía otra racha funesta. Pero la reportera, que estaba grabando al lado de la casa del suceso, dejó de ser visible, para él sólo se veía el edificio del fondo... Ahí es donde vivía su mujer, la del sueño (recuerdo). Esa era la casa de su familia, sus padres! No había estado nunca en ese sitio pero no había duda, era idéntico, tenía que ser ese. A partir de ese momento empezó a anotar todos los detalles que recordaba de los sueños. Todos. No se podía fiar de lo que creía que leía (o no quería fiarse) durante los sueños (recuerdos). Así durante casi dos años (21 meses, recuerda en ese momento). Hoy ha conseguido atar los cabos suficientes, cree que ya tiene datos suficientes para iniciar la búsqueda. Ya tiene (o cree tener) nombres, direcciones (es extraño, piensa, como puede orientarse en base a los recuerdos, los mapas garabateados en papel y "Street view"), varias posibles pistas, algo que investigar.

Ese día sale para el trabajo, como todos los días, aunque no piensa en volver. Ha dejado una nota, colgada de un imán en el frigorífico. No dice mucho: "Necesito aclarar de donde salen mis pesadillas, estaré unos días fuera. De veras lo necesito". Monta en el coche, llega al aeropuerto y en un par de horas va camino a... no sabe, es totalmente desconocido. Simplemente necesita saber, de donde viene todo eso que recuerda (sueña). Es insoportable saber todo lo que sabe y despertar a una realidad que cada vez es menos real (al menos para él).

Llega a una ciudad totalmente nueva para él, no ha estado nunca aquí y, aún así, es familiar... si, es familiar. Busca un hotel, ya irá a buscar su vida por la mañana. Toma una copa, o varias, necesita dormir.

Esa mañana se levanta mucho mejor. Los recuerdos (sueños) son más nítidos, parecen confirmar su investigación de los últimos meses. Toma un café, dos, decide desayunar algo más e inicia la marcha. Empieza en el edificio que inició todo aunque sabe que no va a conseguir nada, pero necesita investigar. El piso 3 contesta... y abre la puerta (la excusa es vaga, un estudio de genealogía). No, aquí no vivía nadie antes que nosotros, llevamos 40 años aquí. Prueba otros pisos por si acaso. Nada. Callejón sin salida. No es posible. Ellos vivían aqui, su mujer vivía aquí antes de que ellos se conocieran. Lo sabe. Pregunta a los viejos del lugar en los bares alrededor. Nadie conoce a la familia. Decide ir a la antigua casa de los padres de su mujer, intentando seguir las pistas de sus recuerdos (sueños). Un par de giros equivocados pero consigue llegar, en el casco antiguo. Aquí no tiene más suerte, nada. Frustrado vuelve al hotel, pero seguirá.

Esta mañana está más ansioso por salir. Se dirige de nuevo al casco antiguo de la ciudad, espera poder hablar con otra gente. Un anciano, lugareño, cree recordar a esa familia, pero no al padre de su mujer (¿dónde se mete? Se pregunta). Decide ir a la biblioteca, busca en la hemeroteca (el registro digitalizado cubre los últimos 60 años, debería ser suficiente). Pasa los siguientes 2 días buceando en los periódicos antiguos. Cuando casi está a punto de dejarlo y pasar a la siguiente etapa/pista una noticia (que ha visto varias veces) llama su atención. Un accidente de una moto, una pareja joven fallecida, hace 41 años. Las iniciales encajan con lo que recuerda (soñó). Las fechas también pueden encajar (eso es malo, se dice). Un accidente... los padres de ella tenían una moto pequeña, por aquellos entonces no tenían para mucho más... pero no recuerda ningún accidente, no lo ha soñado. Saca una copia en papel y se va a buscar un coche de alquiler. La noticia le tiene desconcertado, ¿puede ser real, pueden ser ellos?

Los padres de su mujer eran emigrantes (lo recuerda) así que la siguiente etapa es ir al pueblo de donde salieron. Los nombres de familia son comunes, pero efectivamente existen (y existieron) en ese pueblo. Ahí tiene que haber alguna pista, necesita encontrar algo. Las 6 horas de coche dan para mucho, intenta silenciar sus pensamientos con música, pero no lo consigue. Siguen desatados en su cerebro, replicando y contrareplicando. Llega casi de noche. Necesita un sitio para dormir pero en el pueblo no hay ni una pensión. Decide aparcar el coche a las afueras del pueblo y dormir en el coche.

En un pueblo pequeño como este (muy pocos miles de habitantes) los forasteros destacan de lejos, él no es una excepción. Decide ir a uno de los bares, pide algo de desayunar y comienza a anunciarse. Necesita una coartada que le permita hacer preguntas. La historia de la busqueda genealógica parece funcionar. La jornada al menos le da para conseguir una habitación de alquiler, buena comida y poder pasear sin que cierren las puertas a su paso. Sigue siendo un forastero pero el pueblo ya sabe cuáles son sus motivos (públicos). Como los nombres de familia son comunes, hay mucha gente a quien poder preguntar. En dos días ya puede hacer preguntas más detalladas.

Está frente a la que recuerda (soñó) es la casa de los padres de su mujer. Conversa con un anciano que está sentado en la puerta tomando el sol. Habla de la familia, de cómo pueden conectar con unos personajes ricos y famosos (eso ayuda). Entonces el anciano comenta como de pasada, aunque con los ojos vidriosos del dolor: "si mi hijo y su mujer no hubieran tenido aquel accidente en moto, seguro que ellos también serían ricos y famosos... mi hijo, usted sabe, tenía mucho futuro... era muy listo y acababa de terminar la universidad". No quiere escuchar los nombres pero tiene que hacerlo. Pregunta aunque sabe la respuesta. De repente el cielo se ha oscurecido, la luz se apaga, consigue dedicarle unas torpes palabras de consuelo al anciano y llega a duras penas a la habitación que tiene alquilada. No llega a cruzar la puerta, se queda en medio del pasillo.

No recuerda nada. Cuando abre los ojos no reconoce el lugar, ni a la persona que mira desde lo alto (está tumbado). Parece ser el médico del pueblo. Golpe de calor, dice. Ahora lo recuerda todo. El anciano, la noticia que no puede digerir... perdió el conocimiento? Ahora está de nuevo solo en la habitación (necesita descansar y tomar liquido).

¿Cómo es posible? ¿Muertos? Entonces, su mujer ¡no nació! ¡No puede ser! Maldice en silencio (no quiere atraer a los dueños de la habitación, han sido muy amables), busca sus notas, las lee de nuevo. No hay duda, son ellos. ¡Muertos! Su mujer no existe, sus hijos no existen. Llora hasta que duerme, incluso dormido llora. El dolor es infinito. Al día siguiente paga por la habitación y los cuidados extra, se despide de los lugareños que se encuenta y sale del pueblo. Al volante del coche de alquiler intenta centrar sus pensamientos. No existen, no han existido nunca, lo que significa que su vida tampoco. Llega a la ciudad y vuelve al hotel donde estaba. Necesita dormir, acaba de darse cuenta de que la única vida que quiere está en sus sueños.

Duerme, y vuelve a soñar. Allí están sus hijos, su mujer. Allí está su vida. Puede verlos, está con ellos. Se despierta bañado en sudor frio. Ya sabe que es de dolor. Esta no es su vida, este no es su mundo, no puede serlo. Él no tiene vida en un mundo donde no estén ellos, no puede. Pero no sabe que hacer, ¿cuál es el siguiente paso? Volver a su vida anterior no es una opción. Encontrar a su mujer y a sus hijos ha resultado imposible... ¿Qué hacer? Se va a dar un paseo por esa ciudad extraña y a la vez tan familiar, casi suya...

[hoy, 18 de noviembre, se espera un alineamiento de los planetas del sistema solar, no visto en los últimos 400 años... los científicos debaten sobre los efectos de la alineación de los campos de los cuerpos celestes sobre nuestro sistema... surgen los conocidos grupos de visionarios y predicciones de apocalipsis...]

No presta atención a lo que oye. Va andando sin pensar, sin mirar. Se acerca sin saberlo a la casa donde vivia con su mujer, con sus hijos, su casa. La casa está cerrada, vacia. La llave está donde él solía guardarla (recuerda), entra aunque está vacía y huele a polvo y cerrado... En otro sitio, en otra vida (en sus sueños) ellos están aquí, sus hijos, su mujer. Se considera una anomalía. Sólo quiere dormir, quiere estar con ellos. Se prepara para dormir, para despertar en su vida de verdad y dejar atrás esta vida de sueño (pesadilla), falsa, que no es suya.

Se sienta, cierra los ojos. Su habitación a un lado, las de sus hijos al otro. Su vida, su única vida, después de todo.

[... los últimos datos que tenemos son que el hombre ha sido encontrado esta mañana en una casa cerrada del distrito 13. La casa no estaba ocupada... portaba una identificación que tienen que confirmar... no parece haber forzado la entrada y no hay daños materiales, tampoco falta nada... si, ha sido encontrado en un pasillo de la casa, cerca de las habitaciones... no hay signos de violencia... estaba sentado en el pasillo... se están investigando unos papeles manuscritos que llevaba consigo, junto con otros enseres... no ha sido posible encontrar a ningún familiar...]

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PS, la idea surgió a eso de la 1:00am, no podía dormir... solo he elaborado la idea que me daba vueltas y no me dejaba dormir.