sábado, 13 de marzo de 2010

Historia de una entrada inconclusa...


Sal en las carreteras (La nieve y la sal - II)

El domingo estaba viendo el telediario por la noche (link) y sobre el minuto 35 hablaban del frío que se esperaba de nuevo, la nieve y las toneladas de sal en las carreteras, calles, etc... para combatir el hielo "en medio de la polémica".

Ya lo comenté en una entrada anterior, y en la de Barcelona, pero quería completar datos.

Nosecuantas toneladas de salmuera (sal diluida en agua) a partir de sal en gema (pero salina a fin de cuentas) esparcidas por las calles y carreteras. Al final acaba en el agua (alcantarillas), en las cunetas, en el campo, en la naturaleza. Afecta a la salinidad del agua, de la tierra, al crecimiento de la vegetación y, bueno, a muchas cosas más.

Claro, no podemos usar lo que usan en el resto de países europeos (como muchísimos más problemas que nosotros con la nieve) porque, según la Secretaria de Estado de [...] que aparece en el minuto 36 del telediario, sería sumamente costoso. Destrozar el planeta vale (eso no es costoso) pero rascarnos el bolsillo para usar métodos menos agresivos con el Medio Ambiente, eso es caríiiisimo.

Pues eso... se quedó ahí.

Gasté las fuerzas aquella noche en cosas mejores (al menos, más importantes en mi nueva escala de valores) y quedó en el limbo a la espera de la inspiración para acabarla. Pero ya no importa. El tiempo y la oportunidad pasaron (y seguro que volverán, en estas cosas siempre tenemos más oportunidades para tirarlas por la taza del wáter).

En recuerdo de una entrada...