martes, 12 de marzo de 2013

1Q84


Acabo de empezar y ya estoy enganchado. Acabo de empezar y mi cabeza ya tiene una composición de las escenas, las visualizo. Es una pena no saber la geografía de Tokio y Japón al detalle, porque eso ayudaría más a localizar algunas de las escenas. Estoy pensando en descargarme el mapa de Japón para poder buscar los lugares.

La lectura es fluida, sencilla. Los saltos se encadenan de forma casi natural, no son un suplicio, son dinamismo, son fluidez y agilidad. Desde los libros de Patrick Rothfuss (a la espera del tercero y de releerlos todos de seguido, El nombre del viento y El temor de un hombre sabio y "lo-que-venga") o El mapa del cielo de Felix J. Palma (a la espera del tercer tomo de la trilogía victoriana) no tenía esta sensación tan intensa. Es un placer difícil de describir. Es un querer seguir leyendo a pesar de tener que parar, es ver el mundo imaginario al cerrar los ojos, es desear avanzar más rápido, a la velocidad del cerebro, de las imágenes (pero las películas, después, siempre me decepcionan... no todo "eso" que nuestro cerebro genera es traducible a una secuencia de imágenes).

En estos momentos suelo asociar canciones con pasajes de los libros, de forma que al escuchar en otro momento la canción, la escena en cuestión vuelve a mi cabeza. Por ejemplo, suena In Flames, Reroute to Remain y mi cerebro conecta con un libro de Stephen King, que devoré en un viaje a US (Cell), y un montón de zombies girando en éxtasis en un campo de futbol (americano).



Una canción de Blind Guardian, Imaginations from the Other Side me lleva a Bag of Bones de Stephen King y una escena en un bosque, mientras el protagonista recorre el camino recorrido por otra persona mucho tiempo antes, y revive los acontecimientos.




Por ahora, durante la lectura de 1Q84 han sonado estas canciones de banda sonora, que ya consiguen transportarme a ese mundo.

Suena Sacra de Apocalyptica en el restaurante/recepción del hotel Nordic Sea (donde paso la noche) mientras ceno (estofado de reno) y Tengo viaja en tren con Fukaeri



Suena The mundane and the magic de Dark Tranquillity, mientras Aomame sale de un taxi y desciende las escaleras de la autopista, mientras el mundo parece sufrir un ... (o es ella?) :)



Voy en el vuelo de vuelta de AMS, camino de casa, tras 16 horas intensas.

Suena Not strong enough Apocalyptica



PS, Unos días más tarde:
La música es el nexo de conexión con los libros que he leído más común de todos, sin embargo no es el único. Un caso muy particular es el de un libro de James Herbert (fallecido hace unos días), llamado "Dominios" y la conexión con un olor, el del metro de Madrid. La mezcla de humedad, de electricidad estática (o de ozono), de acero de trenes y de túneles oscuros (evidentemente, en hora punta queda enmascarado por olores más "humanos") me lleva siempre a ese libro, no puedo evitarlo.