martes, 18 de enero de 2011

¡Vaya una sorpresa!


Esta tarde estaba leyendo los titulares del periódico, cuando he llegado a esta noticia. La verdad, no es ninguna sorpresa.

"Desde aquí desde mi casa veo" el manto marrón de polución que cubre Madrid. De vez en cuando osamos ir al centro con el niño (vamos en tren, por si tienes curiosidad) y volvemos siempre igual, con una sensación de agobio, de irritación en las vías respiratorias, de congestión, de picor en los ojos.

Vivimos a pocos kilómetros de Madrid pero tenemos la suerte (buscada) de vivir cerca de un parque de pinos y en una zona con poco tráfico. Es una delicia. Quizás lo peor de la noticia es leer que "...al final han tenido que reconocer...", que "Madrid cambia la forma de medir para cumplir con las cifras...", que "... para cumplir con esas cifras deberíamos reducir el trafico en un 50% y eso no es posible..."... La voluntad es clara, ¿verdad?

PS, He tomado prestada la frase entre comillas de una canción de Iván Ferreiro, Turnedó.