miércoles, 7 de enero de 2015

Je suis Charlie


Y nunca mejor dicho. Pero hoy es terriblemente falso, triste. Yo no soy Charlie Hebdo. Soy un pobre anónimo, avergonzado, hastiado y si... asustado. No porque yo pueda ser objeto de nada (soy un pobre anónimo que no ha dicho nada) sino porque esta barbarie injustificable no entiende o distingue, esta vergüenza común solo sirve para eso, avergonzarnos de compartir género y especie con esos bárbaros que utilizan términos y argumentario de la Edad de Piedra en la actualidad para justificar y fomentar actos de barbarie inadmisibles. Asustado porque es fácil ser un daño colateral (9/11, June 4th, 11-M). Si esto es ser un ser humano, desde ahora me declaro animal por principios.

Son bárbaros sin más ideología que el poder y el terror, la imposición de sus principios como los únicos válidos. Fallo de la sociedad en la integración? Para ello tienen que querer integrarse y no veo ganas de integración. Todo derechos y ninguna obligación? Buffff. Me suena demasiado. Cuántas veces en la historia de la humanidad hemos visto lo mismo? Claro que antes las armas eran limitadas, la movilidad era limitada, las capacidades de hacer daño eran limitadas. Es fácil imaginar que habría sido de la Edad Media con armas como las de hoy... lo tenemos a la vuelta de la esquina. Y no, no hablo de religión. The Oatmeal lo ha dejado muy claro en este post: "How to suck at your religion".


El siguiente post de "The Onion" es doloroso por lo real del surrealismo que destila. Para cualquier bárbaro es fácil encontrar una justificación para su barbarie, ya no hace falta escupirles a la cara, partirles los huevos o arrancarles el corazón con una cuchara, simplemente pensar, mirar o cerrar los ojos, sonreír y permanecer como un mimo, andar o estar quieto... que más da!

No callarán los lápices, al menos. I y II.