¿En qué momento dejaron de gustarme los viajes de trabajo? ¿Dónde quedó esa sensacion de aventura, esa excitación pasajera durante el embarque? ¿Y las ganas de conocer gente y lugares (con dos días en Montreal, poco lugar voy a conocer)? ¿El hormigueo en la barriga mientras transito de aeropuerto en aeropuerto... en las horas muertas de escala?
Quizás el hecho de haber dormido 2 horas, con el pichurro y su madre enfermos, con paños de agua fría y pensando que coño hago yo en un viaje de 2 días a Montreal, lejos de mi familia, influya el estado actual. Quizás también la apatía, la falta de ganas, el desencanto en mi trabajo, las ganas de cambiar de aires... pero no así.
Acabo de comer Ramen y me siento algo mejor (no se si la falta de azucar o la comida asiática, que me encanta).
Vamos a por otro par de horas antes de salir... con el embarque y el paseo, espero que se haga corto.
PS, Comer en el asiento turista de un avión es complicado. Para hacerse a la idea hay que pensar, salvando las distancias 8y que algún escatológico me perdone), en intentar comer en el wc de una discoteca (por el ruido, que el asiento del avión está limpio :D), con el portarrollos vacio en un codo y la puerta vencida en el otro... y no me quejo! En este vuelo Madrid-Munich-Montreal, me han dado de comer en todos los trayectos y la comida era, valga la redundancia, comible. Sitio poco pero al menos estaba decente, sobre todo la tortilla francesa del desayuno ;)
