domingo, 19 de abril de 2015

demasiadas cosas en la cabeza


Fin de semana pasado por aguacero emocional. Mi hermano pasó por casa antes de volver a su nueva casa y tocó cena en familia. Todos cansados (yo acababa de volver de Estocolmo y ellos de dos semanas de paliza turística por España e Italia). Aún así, la cena fue bien. Nos dio para hablar algo antes de que se fueran.

Suena"Of mice and men" de Megadeth


Pero los viajes (muchos y con mucho jaleo y muy seguidos), los peques (que han estado pachuchos estos días) y la situación en el curro (sobre todo de mi Chule) está afectando a todo estos días. No veo la forma de mejorarlo y me frustro. ¿Por qué coño tengo que ser de esta forma? No me sincronizo, y me doy cuenta de ello y sigo sin llegar (o me paso). Espero que la oscilación llegue a converger.

Suena "The circular ruins" de At the Gates


En estos días además estuve hablando (puntualizo, conversando de modo asíncrono vía WhatsApp) con mi prima. Es como el Guadiana pero con tramos de años. Lo más gracioso es que pasan los años y parece que retomamos las conversaciones donde las dejamos (menudo par de "abuelos Cebolleta" que estamos hechos). Te acuerdas de esto, o de aquello. La distancia hace mucho. Sin embargo, esta vez no ha sido una conversación de abuelos Cebolleta. Está en una situación complicada y la soledad se puede convertir en un poderoso enemigo. Insisto, la distancia hace mucho. Sólo temo cuando volverá a desaparecer (como el Guadiana) y si esta vez la distancia será menos importante, y si tendré opción de hacer algo antes de que vuelva a desaparecer, y si cuando desaparezca (lo hará, siempre lo hace) me quedaré con la impresión de que, al menos, las cosas van algo mejor. Ella es fuerte, es muy buena, y tiene "cuerpo" para mucho más, pero, a veces, no es fácil darse cuenta de ello. Engaña pareciendo pequeña.