martes, 21 de enero de 2014

El cuento de la lechera


Esta entrada debería llevar un título que hiciera justicia a un martillo pilón como fue D. Manuel Chaves en su época. El guiñol de C+ le hizo bastante propaganda con aquello de "Dónde están mis minolles". Claro, que ahora las cuentas las hace esa gran nación afectada por las ofensas y expolio (más de 16.000 millones de €, ahí es ná!) y desaires y maltrato de ese gran dictador-estado llamado España. Me ha gustado el artículo de opinión escrito por Josep Borrell y Joan Llorach (aquí). Primero porque son catalanes. Segundo porque algo tienen que saber de esto. Tercero porque está escrito para que mucha gente de Cataluña lo entienda (aunque para entender, antes hay que querer escuchar algo distinto de la propaganda del sistema). Muchas veces criticamos a los políticos de América Latina, en pañales (históricamente hablando) a nivel de democracia, pero lo que tenemos cerca no es muy diferente de los discursos "patriotas" de Nicolás Maduro.

También es cierto, y eso no lo discuto, que Cataluña tiene un aire más norteño, al igual que Andalucía tiene ese aire del sur, tirando a moro. El artículo siguiente viene a decir eso. Quizás algo orientado en una dirección pero también interesante el hecho de que no se trata de "qué hacer con Cataluña" sino de "qué hacer con España" ya que si no, acabaríamos en otra ronda de agravios, desaires y, como dicen los anglosajones "me too" que aquí traduciríamos libremente como "y yo más, claro".

Me encanta la frase: "Cataluña no tiene grandes empresas con proyección global y no las tiene por falta de ambición, no porque esté oprimida o expoliada. España, cuyas grandes empresas son globales, tiene la ambición que a Cataluña le falta. La emulación con España en una casa común puede ser un estímulo importante para que Cataluña consiga hacerlo." ]:-)