domingo, 9 de diciembre de 2012

4 días de descanso


Hemos pasado unos días de vacaciones en Lanzarote. Nos hacía falta recuperar fuerzas. Ahora estamos en el vuelo de vuelta y mi cabeza anda dividida entre las tareas de esta noche y el vuelo de mañana, de vuelta a Estocolmo.

Venimos de un hotel que se merece el nombre (H10). Nos dieron una habitación con vistas al mar (la nuestra decía "vistas al jardín") Privilege, y estamos encantados. El servicio ha sido excelente, el lugar un paraíso, el tiempo nos ha respetado y hemos podido disfrutar, en bañador, de horas de playa, arena y agua (algo a reprochar al hotel es que la piscina de los peques no tuviera el agua climatizada).













Sin embargo, siempre hay peros. En este viaje nos han roto la maleta. Pero no es una rueda rota (que puede ser un golpe, porque tal y como las manejan, es natural), nos han arrancado un trozo de la maleta (la esquina de la rueda) con la protección, el embellecedor y el interior de la maleta. Así que para la vuelta hemos tenido que improvisar un mínimo de protección y esperar que no nos rompan más piezas. Eso si, reclamación puesta y llamada hecha, vendrán con Seur a por la maleta y, o la arreglan o nos dan una nueva. Lo que mas me fastidia es que rompieron la maleta buena (Samsonite) que ya me reemplazaron en mi primer viaje a Suecia. Es el cariño que le tengo a la maleta (en París un gentil samaritano nos rompió el asa del trolley, pero nos encontramos otra maleta igual para tirar, y la pude reemplazar), y las malas formas (como haces para arrancar de cuajo la esquina de la maleta, que pesaba 18Kg, no 23!!!)

Ahora, de 22º a -7º, vivan los contrastes ;)