lunes, 5 de noviembre de 2018

Inteligencia


Pero no cualquier inteligencia, hablemos de la inteligencia emocional. Llevo con el tema en la cabeza un tiempo, pensando en mi pichurro.

¿Qué entendemos como "inteligencia emocional"? Bufff, ríos de tinta (el Amazonas y el Yang-Tse por lo menos) se han vertido sobre el tema. La definición que voy a usar es: "Inteligencia emocional es la capacidad de gestionar las emociones utilizando la razón. Las emociones son el imprescindible ejército que continuamente moviliza la razón."

"Fue el emperador romano Marco Aurelio (121-180 dC), apodado el sabio y verdadero padre de la inteligencia emocional. En su obra Meditaciones, excelente tratado de inteligencia emocional, incluye la frase que todas las facultades de Psicología deberían esculpir con martillo y cincel sobre el mármol de su fachada: “La vida de un hombre es lo que sus pensamientos hacen de ella”."


¿No hay veces que sentimos que nos tracean, espían nuestras conversaciones, hablamos en casa de algo y después nos aparece como sugerencia en facebook o en youtube? Bueno, en la mayor parte de los casos no somos conscientes que, en realidad, tenemos tantos dispositivos conectados a nuestra identidad en la red que no nos damos cuenta de lo fácil que es obtener información de nosotros en base a eso. Estás en la oficina y piensas en algo, lo buscas en el navegador (o en el móvil). Se almacena. Miras lo siguiente y se almacena. El navegador tiene tu cuenta, Google tiene tu cuenta (y así todos). Y llegas a casa y lo comentas y hablas de ello y... nos están espiando.

En mi caso, esta vez, ha sido una sucesión de coincidencias e interés. ¿verdad? Un artículo en el periódico, en una serie dedicada a la educación, investigación y... de repente, nos están espiando 😏

Esa ha sido la conexión, bastante básica, por cierto. Y empiezas a leer sobre lo importante que es entrenar a la mente (siempre me hace gracia la analogía muscular, parece que solo entendemos lo de entrenar si lo asociamos con músculos y deportes), que si mindfulness que está de moda. Y después te das cuenta de que hay mucha gente que no logra eso de concentrarse, enfocar, parar y escuchar, ni siquiera 1 minuto en una sesión con sus hijos.


La tecnología es el diablo, nos obliga a un estado mental que nuestro cerebro, educado por miles y miles de años de selección y evolución "tranquila", no es capaz de manejar. Bueno, no creo que sea la tecnología. Es la sociedad y el impulso que ésta hace sobre nuestras vidas, en plan "consume, mira, lee, salta, haz equilibrio, llena tu vida para que no sea miserable, consume, mira, salta" y así de forma continua. No es la tecnología, es el uso que nos imponen de ella. Hace falta educación sobre el uso de la tecnología y, siendo honesto, no estamos preparados para dicha educación. La tecnología ha avanzado más rápido que la educación sobre ella, llevando a una generación (o varias) a delegar en "las divinas fuerzas de la naturaleza" para labrar dicha educación. Los resultados son evidentes.

Mientras, sigo batallando con la inteligencia emocional. Una pregunta que me asalta: ¿Puedes llegar a dominar la inteligencia emocional hasta el punto en que gestionas las emociones sin que se lleguen a manifestar externamente? ¿Será eso una ventaja competitiva en la supervivencia futura?