lunes, 11 de septiembre de 2017

¡¡qué pereza!!


Pues si, menuda pereza. Después de tres semanas de vacaciones, de una semana adicional con los peques, de una rentrée algo dura (tanto para mi chule como para mi) ponerme a pensar en viajes, en venir a Montréal a seguir apostando por algo que suena a pantomima, se hace duro.

Suena "Specimen X" de Kobra and the Lotus


Pero bueno, hay que seguir. Yo sigo creyendo que este es el camino adecuado. Quizás no voy a ser yo quién lo lleve adelante, pero sigo pensado que es la única forma de sacar a mi unidad de negocio del fondo del barro, de hacer algo que nos devuelva a una posición de liderazgo. Llevamos demasiado tiempo pretendiendo, fanfarroneando sobre como hacer algo que, en realidad, ni tenemos que hacer ni nos han pedido... y hay otros que ya se han dado cuenta. Es evidente que si vas vendiendo que puedes hacer un Maseratti, a todos gusta. El problema es que nadie hace Maserattis y nadie va a pagar por unas prestaciones que no solicitan. Porque en esta era de "open", donde todo se desarrolla en modo comunidad, donde no se quiere pagar por nada, es difícil sustentar un negocio que solo ofrece servicio premium. Si quieres premium, pues se paga... pero en caso contrario se entrega el servicio básico, y si sólo quiere un Dacia (sin ofender), solo se ofrece un Dacia. El problema principal ha sido pensar que nuestra inmensa mayoría quería lo de siempre, el Maseratti. Ahí nos quedamos anclados.

Suena "The world is yours" de Arch Enemy


En otro orden de cosas, hoy es 9/11, imposible de olvidar. Dicen que uno siempre recuerda dónde estaba o que hacía en esos eventos que nos han dejado marcados. Quizás el 9/11 sea más marcado y evidente, ya que fue el primero de ese tipo que sufrimos. Llevábamos años lamentando desde el confort de nuestra salita y nuestro TV atentados donde perdían la vida cientos, miles. A nosotros en España ETA nos recordó durante muchos años lo barata que es una vida. En otros países subdesarrollados, cientos morían.

De repente, ese día, a las 3:05pm CET (para mi, al menos), el mundo cambió. 2 aviones, más de 3500 personas, imágenes dantescas, terror. No lo podíamos creer. Es el claro ejemplo del estado de shock. Yo estaba en Estocolmo trabajando. Tenía un vuelo a casa el 13 de Septiembre. Cerraron espacios aereos, nos entro el pánico (en el qué nos ha tocado vivir desde entonces). Comentábamos... no se... de todo. Aquella noche con unas cervezas nos estrujamos el cerebro intentando entender en modo colectivo. Qué fácil era secuestrar un avión, que desesperado tiene que estar alguien para cometer semejante atrocidad... o que fanático, qué más da! Qué insignificantes nos volvimos, nosotros, acomodados en el primer mundo.

A partir de ahí, como se suele decir, todo es historia. Nos acojonamos. Vivimos en un mar de terror. Cuando se nos empieza a olvidar, vuelve otra vez. No es esta entrada para discutir sobre quién está detrás, a quién le interesa que vivamos en este terror casi continuo. Pero primero cerraron el acceso a la cabina de pilotos con códigos desde el interior (aunque el incidente de Germanwings pone en cuestión si no necesitamos algo más). Después los trenes en Madrid, todos empezamos a ser sospechosos. Las mochilas empezaron a ser bultos sospechosos. Después los liquidos y la (odisea utópica) posibilidad de hacer bombas con ellos, los limitamos a 100ml (absurdo). Zapatos, cinturón, metal, elementos electrónicos. La penúltima es la prohibición de volar con aparatos electrónicos más grandes que un móvil. Bolardos para evitar las furgonetas o los coches. Cámaras para vigilar todo lo que hacemos... ¿Gran Hermano?

Suena "Down" de Opet


No creo que la espiral haya tocado fin, solo estamos esperando al siguiente elemento perturbador... lo mismo un día tenemos que volar desnudos para esa supuesta seguridad que nos intentan vender. No se controlan (o simplemente se eliminan) las armas, no se apuesta por la conducción automática, no se apuesta por hacer el mundo más seguro, se sigue manteniendo vivo el miedo, así la población es más controlable, objetivo primero y primordial.

Suena "Necessary Evil" de Motionless in White.


Ya estoy en el segmento de Brussels a Montréal. No consigo motivarme para currar... Tengo que preparar algo de material... a ver si esta noche me animo. Mientras, veo algunas pelis en el vuelo. Me he puesto a navegar por la lista de películas y no he conseguido seleccionar mucho.

Bien, entretiene. No esperes nada más ni rigor histórico ni nada de eso. Con ambiente semi videojuego como Prince of Persia, Worl of Warcraft, Assasin's Creed... vamos, como casi la mayoría hoy en día. Cabe destacar que sale David Beckham, que no se si de forma forzada o natural, tiene un acentazo ininteligible en algún momento. Mucho acento británico, pasatiempo aceptable.

Después de una buena dosis de testosterona y espadas, me puse a ver Miss Peregrine's home for Peculiar Children.
Será porque me gusta el estilo que imprime Tim Burton pero me ha gustado mucho. Bien de efectos especiales, nada excesivamente estrambótico, buen principio y buen final. Ahora queda 1h y media para llegar a Montréal asi que voy a leer un rato. Retomando "The Dark Forest" de Liu Cixin.

Suena "Doomsday" de Architects


Maison Olympique à Montreal

*Update 14/09*
Estoy volviendo, añadiendo estos comentarios en mi vuelo de vuelta. La semana ha sido... como lo esperaba. Intensa, avanzamos en las tareas, pero creo que todos vemos en el horizonte la nube de polvo. Sabemos que viene algo pero no sabemos qué ni en que forma nos afectara... Esta vez sin embargo si me dio para ver a mis amigos en Montréal, cenar con ellos, una copa, unas risas. Disfrutar de una velada así da fuerzas, recarga las pilas... al menos otro rato más 😌

Si la ida no me dio la cabeza para hacer overwork, en la vuelta ni te cuento. No he dormido pero tampoco he currado... más de lo que ya he currado en la semana, claro 😄. Las pelis del camino de vuelta han sido algo más de acción, por aquello de que es lo que me pegaba 😁

Alien: Covenant. Pues... no se... ¿Cómo resumir Alien: Covenant? No da susto, ni miedo... es como hacer una película sin que acabe. Es como continuar tras Prometeus, con otra vuelta de tuerca, con algún que otro giro adicional, con delirios de creador... no se... me dejó frío.

Así que me puse con la siguiente en la lista, The great wall. Pues así, así. Es decir, una muralla impresionante, algunas escenas muy bien orquestadas, artes marciales mezcladas con la rudeza de los mercenarios europeos. Algún guiño aquí y alá, algún monstruo indigerible y... bueno, pasatiempo aceptable.

Aquí acaba mi labor de comentarista por hoy, que tengo que conectar en Frankfurt.