Se juntan muchas cosas. Todas en su conjunto no son malas, solo necesitan digestión y tiempo y... estar ahí y pasarlo.
Es el cumpleaños de mi padre, que otro año más está solo. Es difícil gestionar la distancia de los dos (mi hermano y yo) y la fecha. Los reyes, los peques, la vuelta al cole. Así que nos toca estar lejos. Ayer hicimos una vídeo con el para enseñarle lo bien que se han portado los Reyes Magos con nosotros y hoy volvemos a llamar para felicitar el cumpleaños. Al menos así la distancia es menor, al menos durante un rato.
Se nos junta la vuelta al cole (bueno, el pichurro vuelve mañana -para un día-) y la vuelta al curro. Dos días de reuniones por teléfono (me he negado a viajar estos dos días), hay que estar, son reuniones con los equipos de sourcing y si queremos una negociación adecuada, necesitamos participar desde la parte técnica... que los otros saben vender muy bien ;)
Añadimos que hoy hemos empezado los pasos hacia una de las decisiones más difíciles como familia/equipo. Hemos iniciado los trámites en una residencia, hemos puesto fecha al posible ingreso (Febrero), ahí estamos en marcha. Lo hemos hablado mucho, muchísimo y es la mejor opción. Mi padre está desbordado muchas veces y no es justo. Claro que al final ha tenido que dar algunos pasos él solo y eso es aún más difícil (si cabe). El siguiente hito en el proceso será la primera semana de Febrero. Ahí si estaré. Sin falta.
Es muy duro, muy difícil. No se nos nota porque somos así, fríos por fuera, no dejamos translucir esa procesión que llevamos por dentro. No es ni mejor ni peor, es simplemente otra forma de hacerlo. Ya veré llegado el momento. Por ahora, seguimos con los trámites en pos de una solución que creemos la mejor para todos, para mi padre. Ya veremos el día a día después pero eso será después.
