viernes, 5 de junio de 2015

Pues va a ser que no


Al final no voy a SFO pero el cabreo q tengo es monumental. Después de cambiarlo todo, de mover cielo y tierra, de tirar de amigos, cuando estoy intentando digerir el encaje de bolillos de la semana que viene (presentación con cliente, salir al aeropuerto, vuelo imposible a SFO para volver el sábado para la despedida de nuestro amigo que se va a vivir al extranjero), en una de las reuniones de preparación resulta que no, que no voy a ir.

El cliente quiere la reunión de 13:00 a 16:00 PST, que implica directamente que vuelvo a casa el domingo por la tarde (las conexiones de los vuelos son horrorosas) y el precio mejor ni ponerlo aquí (varios miles de €). Además, necesitan tomar compromisos explícitos de entrega, y no es mi responsabilidad ya que yo solo me encargo de la arquitectura. Como yo no lo voy a hacer así, al final va otro (ya lo podíamos haber hecho así desde el principio).

Es difícil poner aquí mis sensaciones de ese momento, después de la reunión. Además de pegar cuatro gritos y cagarme en todo lo posible y en todos los idiomas que se me pasaban por la cabeza, un nudo en la garganta, unas ganas de mandarlos a todos a tomar por culo, una necesidad extrema de estar en casa y abrazar a los míos.... Después se pasa, lo ves con la cabeza algo mas fría (desahogarse es cojonudo) y tiras para adelante, pero en ese momento... buffff.... en ese momento habría colgado a más de uno de los pelos de los huevos!!

Asi que no, no voy a SFO. Me quedó aquí con reuniones en la franja horaria del Pacífico (menuda mierda) pero al menos duermo en casa, con mi peque.

PS, como tortura a esta gente les pondría en mi piel cuando mi pichurro, con la tarjeta de invitación a su graduación me dice: "Papá, aquí pone 'No faltéis' pero tu vas a faltar, no vas a cumplir con lo que aquí pone". Si, en ese momento me entraron unas ganas locas de mear, para que mi peque no viera que estaba llorando.