Agotados

De camino de vuelta a casa, tras dos (o son tres?) días intensos (más bien, agotadores) de curro. En medio de la transición entre mi puesto actual y el nuevo puesto, me toca lidiar con las nuevas cosas y las que llevo hasta ahora (como si eso fuera posible).

Suena "Seven days on sunny June" de Jamiroquai

Es que esto de estar en dos puestos a la vez es lo que tiene. Porque no nos llevemos a engaño, llevamos mil cosas en paralelo, tratando varios temas a la vez pero cuando tienes dos gorros, la cosa se complica. Porque entran en juego los porcentajes, y eso es la cosa más peligrosa del mundo de los trabajadores no reglamentados o por objetivos. Tú te peleas por un reparto adecuado (ya asumiste que no puedes zanjar uno y dedicarte al otro en secuencia) y te dicen eso de: "nada, dos días con una cosa y tres días con la otra, 40% y 60% y todo perfecto". Trampa, sal huyendo, es cómo la lámina de doble-vector (bueno, double-vector foil) de Death's End. Serán 80% en uno y 80% en otro y cuando no llegues, siempre será que ese día es de los que tienes que dedicar a A o a B. Siempre.

Total, que me toca lidiar con lo antiguo y lo nuevo y lo peor es que en mi nueva responsabilidad, lo antiguo también me toca, pero de otra forma. Así que aquí ando, lidiando con todas las tareas. Por lo pronto he hecho el check-in y el check-out del hotel enganchado en reuniones, reuniones de mañana, tarde, noche y... no me ha dado ni para disfrutar de una habitación super chula en el hotel ni de un tiempo espectacular en Estocolmo. Nada.

Panorámica sobre el puerto

de noche

5:50am

Ahora de vuelta a casa, mañana a hacer la maleta y el viernes a Sevilla. Tenemos bautizo de mi sobrino, y mi hermano (y su mujer) ha decidido que yo sea el padrino. Padrino en el sentido más clásico del término, nada de componente religioso (aunque pasaremos por la iglesia, por supuesto). Padrino para dar sustento y para que el niño venga a Europa los veranos. ¡Menudo jeta ha sido siempre mi hermano! 😄

Suena "Beyond the flames" de Killswitch Engage

Así que andamos arrastrados, sobreviviendo a las semanas, agotados, intentando pasar lo mejor posible, pero los fines de semana no sirven para recargar fuerzas, seguimos acumulando millas y horas. Y tareas, y cosas que hacer. A veces creo que rellenamos la lista de tareas de forma infinita en un intento engañoso de dar sentido a los esfuerzos. Quizás deberíamos parar y simplemente no hacer nada. Nada debería ser tan urgente como para no poder parar... pero estamos en una espiral... no, no me gusta este símil, es mas bien un círculo vicioso.

[...] Desvarío
No, no es una espiral. La espiral lleva a un punto (o, eventualmente, se expande al infinito). Pero tiene un destino alcanzable, aunque requiera mucho tiempo. No es una división por dos eterna, es un camino a un punto, aunque estemos dando vueltas sin sentido en vez de trazar una línea más o menos recta. Un círculo vicioso (o no) no tiene principio ni fin, es un continuo girar en torno a un punto sin llegar a él, no podemos alcanzarlo. Está en un equilibrio completo, tanto estático como dinámico pero no permite llegar al objetivo, simplemente orbitamos en torno a el. Así que, al final, no es una espiral, es un círculo. No nos estamos degradando hasta hundirnos en un pozo, llenamos horas y horas con tareas importantes que quizás, a veces, no lo sean tanto.
[...]

Por ahora quiero llegar a casa, mañana hacer la maleta y el viernes salir para Sevilla... y cruzar los dedos para que todo salga bien, para que podamos disfrutar de esas horas todos juntos y para que la pena por los que no están, por mi madre, no nos inunde. Simplemente que disfrutemos.

Suena "Vacio" de Sôber