miércoles, 24 de septiembre de 2014

Lisboa, visto y no visto


Resumiendo en una frase:

Me despido de mi chuletoncilla y de los peques en el desayuno y voy al aeropuerto, aterrizo 5 min después de despegar (ventaja del huso horario), me recogen en el aeropuerto para ir al hotel, en frente del cliente, para tomar un cafe y preparar la reunión (en realidad, tenemos dos reuniones por teléfono) y nos vamos a comer, comienza la reunión (tras cambio de sala), 2h y media dándole a la lengua (la reunión ha salido muy bien), unas cervezas para relajarnos y comentar la jugada y los siguientes pasos, de vuelta al aeropuerto y llego a Madrid (2h y 5min después de despegar, inconveniente del huso horario), coche y a casa, besos a mi vida, visita silenciosa a los peques y a la cama.

Anécdota del día: estoy fumando un cigarro en la sala de fumadores (horrorosa, la peor que he visitado, peor que en Frankfurt o Beijing) de la terminal 2 del aeropuerto de Lisboa y se me acerca una chica (unos 25 años, mona la verdad) y me pregunta dónde voy, hablamos (yo a Madrid, ella a Oporto), me ofrece una calada de su "spicy cigarrette" (no, gracias, tengo que conducir en Madrid y quiero tomarme un vino en el vuelo) y me dice "white wine, of course, everyone knows that it is the right wine to drink on flight" :D Por supuesto!! Cháchara de salón.

Suena "Candy" de Robbie Williams.


PS, ayer fue nuestro aniversario, y hoy hace unos cuantos (pocos, quiero más) años que esto comenzó en serio... Aquel fue el primero de los mejores días de mi vida.