Este año adaptamos nuestras navidades al nuevo miembro. Para empezar no bajamos a Sevilla en Nochebuena. La logística es demasiado complicada y todavia no tenemos un ritmo adecuado. Así que vamos a celebrar la cena de Nochebuena en casa con la familia de Chule. Se va a montar jaleo, eso seguro (es lo que tiene tener 3 niños y un bebé). Eso si, distribución de tareas y nada complicado.
A eso añadimos que estamos todos en casa, así que tenemos que buscar actividades para el peque, porque si no la casa se va a convertir en una jaula. Así que, como todos, que si un cuentacuentos, que si un paseo al parque, que si una salida con Papá a comprar cosas, y así vamos rellenando días. Aunque es agotador en muchos momentos (ellos andan sobrados de energía y nosotros faltos) se le coge el gusto y cada vez que pienso en volver al trabajo... bufff, mejor ni escribirlo.