lunes, 11 de junio de 2012

Dificultades en el aeropueto (de nuevo)


Las colas inmensas en el aeropuerto de Newark no son noticia, es así todas las veces que voy allí. Al final de la cola espera un funcionario de la "frontera" que mira tus papeles (y los datos que tiene en el ordenador, entregados por adelantado, que no se nos olvide, previo pago de 14$ y un formulario ESTA) y toma tus huellas (todas), una foto y te deja pasar con una medio sonrisa (a veces). A mi no. Ya lo comenté la ultima vez (ver entrada anterior) pero pensé que era mala suerte, el turno aleatorio que me tocó a mi. Esta vez he preguntado, ya era mucha coincidencia.

El procedimiento es sencillo, el funcionario toma tu pasaporte y tus papeles y llama a una escolta (escort) para acompañarte a esa maravillosa sala, con sillas de escai de los años 70 (literalmente) con otros (creo que no es difícil hacerse una idea de las nacionalidades y las pintas) y... ya esta. A esperar.

Al rato te llama alguien (o intenta pronunciar tu nombre, y eso que el mío es fácil), te interroga desde un estrado (el sentimiento de inferioridad es muuuuy importante), te pone un sello (no me imagino que ocurre si no pone el sello) y te desea una buena estancia.

Como decía, esta vez tenía que preguntar la razón. Ya no es coincidencia. Efectivamente, soy parado en el control porque hay otra persona (juro que es otra, que no soy yo ;)) que tiene mi nombre (uno de ellos) y mis dos apellidos y mi fecha de nacimiento y, lo mas importante, asuntos pendientes con la justicia americana. Claro, el funcionario del control de pasaporte no tiene tiempo de comprobar mi identidad, así que me derivan a la "sala blanca" (tirando a beige enmierda'o).

PS, la solución se llama Redress Program.