jueves, 17 de marzo de 2011

Ya estoy en Dubai



Pues eso. Ya aterricé y esta entrada está escrita en el taxi camino del hotel. Ya me han anunciado la mala nueva. No hay servicio de habitaciones a esta hora y me voy a quedar sin cenar.

Dubai. Esto es un parque de atracciones a lo bestia. El summum de lo artificial y, aun así, tiene su encanto. La(s) Marina(s), la(s) Palmera(s) -me refiero a las islas-, el Barco, el Mapamundi... y muchos Malls, el Dubai Mall -ver mapa- (el más grande del mundo con un mega-acuario dentro y pegado al rascacielos más alto del mundo, con un espectáculo de aguas y música todas las noches, van fotos en otra entrada) o el Emirates Mall (quién ha dicho que no se puede tener una pista de nieve y esquiar en el desierto?). Vamos, biletes a paladas y absurdos en la misma proporción.


Estoy llegando al hotel y me espera (esto lo se a posteriori) una habitación de 120 m2 (si, si, 120) con dos habitaciones, un mega-salón, terraza sobre las piscinas, y tres cuartos de baño. Bueno, que estoy llegando al hotel por una autopista de 8 carriles en cada sentido, y con mucha luz. Son más de las 12am, noche cerrada sin mucha luna (bueno, la verdad es que no tengo ni idea de si hay luna o no, con tanta luz no se ve) y solo veo un continuo de luz anaranjada artificial. La de megawatios de luz que se gastan aquí. Usar gafas de sol por la noche no me parece tan descabellado!!

Llego al hotel e intentaré dormir. Esta semana voy a dormir unas 3 horas al día (es lo que tiene completar la entrada después de volver ;D) y me voy a dar un par de palizas de reuniones y presentaciones. Ah! me voy a hacer un tatuaje de henna.