Con unos días de adelanto y demostrando ser digno hijo de sus padres, nuestro pichurro nació bien, sanote, pesando 3,90 y midiendo 51 cm. Todo un señorote.
Su madre, mi chule, está muy bien (todo lo bien q uno puede estar después de sacar el "melón" que tiene mi hijo por cabeza por ahí...) y el padre, tan orgulloso que ha entrado en casa por la puerta del garaje.
PS, es Martes y ya nos estamos entrenando los unos con los otros.