Al menos esa debería haber sido la entrada de hoy. Debería estar hablando de la experiencia del pichurro el el circo por primera vez. Los sustos, las risas (si alguna)... la experiencia completa.
Porque siendo sinceros, a quién le gustó el circo la primera vez. Yo recuerdo el olor acre de los animales, el ruido, el ajetreo, rugidos, bramidos, (por cierto, el elefante barrita!!). Recuerdo que los payasos me asustaron (a mi no me hacían ninguna gracia las tortas y el sonido del claxon). Los trapecistas me encantaron. Los caballos y los leones (venidos a menos). Pero, como he dicho, lo que se me quedó más marcado fue el olor. Mezcla de sudor y excrementos, de mucha gente (y animales) bajo una lona.
Al final, no ha podido ser. Los restos de una semana muy difícil nos han pasado factura y hoy nos ha tocado descansar. Es una pena, pero mañana tenemos comida de navidad con los amigos y, al menos, creo que nos hemos recuperado. Solo espero pasar mejor noche hoy!