domingo, 24 de mayo de 2015

Menudo mapa se nos queda


He estado dudando mucho si ejercer mi derecho al voto esta vez. Al menos en las locales y autonómicas. No tengo dudas de que no actuaré igual en las generales (de diciembre?) pero en este caso era difícil motivarse. El morbo estaba en Madrid, no en el sitio donde vivo. En la comunidad de Madrid tenía cierta motivación para votar, al menos expresar mi opinión sobre ciertas ideas. Pero en la corporación local... A quién votar cuando son todos los mismos? Aquí no ha habido regeneración democrática en los últimos 20 años. Son los mismos. Y cuando no van en un lado, van en el otro. Está claro que estos políticos son daltónicos.

Al final, me fui con el peque a votar. Como mi chule está pasándolo mal con la alergia estos días, ayer me fui a dar un paseo con ellos y hoy me he llevado al mayor a votar. El colegio electoral está en su colegio así que para él era una excursión graciosa.

Es España una socialdemocracia barajada en matices de gris, y que empieza a ver extremos (el gris extremo es o blanco o negro, no hay más)? Es este juego político un simple hartazgo del camuflaje de ideas repetitivas, teñidas de rojo o azul? Realmente son el naranja o el morado (por cierto, no son el naranja y el morado los colores que rodean al rojo?) opciones reales? Podría parecer que si. Yo no soy morado, lo siento por aquellos. Indignado? Si, y mucho. Pero también cansado de las generalizaciones que me sitúan (a mi y a mi familia) en posiciones de desventaja comparativa. Me gusta progresar, me gusta hacer más y obtener más y, sobre todo, me gusta que valoren lo que hago. Lo siento, pero un 1% para todos solo compensa a los que se tocan las "bolas" a dos manos, el resto queremos que se nos premie por el esfuerzo.

Lo interesante, al margen de mi opción política, es el mapa que se queda tras estas elecciones. No gana nadie. En Europa (algunos sitios de Europa, no podemos generalizar) esto demostraría una madurez de la clase política, incitaría a una serie de conversaciones sobre las propuestas (económicas, sociales, de educación, cultura, defensa... de todo), una negociación de concesiones y un gobierno estable para unos años. Aquí tengo mis serias dudas. No creo que la clase política española (ni los nuevos por su enrocamiento cabezón ni los viejos con sus -malas- artes viejunas, anquilosadas en un pasado de caciquismo y servidumbres) este preparada para lo que viene por delante. Quizás me equivoque, pero en Andalucía no hay mucho avance (aunque se pueda considerar un impás a la espera de este movimiento electoral).

Gobernar exige madurez, no hablar de lineas rojas (ains, cuántas veces nos tendremos que comer eso de "ésta es mi linea roja"). Consiste en acercar posturas desde ambos lados (no eso de "vente tu p'acá que allí no quiero ir"). Serán capaces de "negociar" en vez de lanzarse dardos envenenados por eso de "es que el otro no quiere"? Y sobre todo, como entenderá la gente que se puede apoyar a uno aquí y a otro allá siempre que los acuerdos tengan sentido? Serán capaces de entenderlo sin castigar a unos y otros en las próximas elecciones?

Tampoco ayuda nuestra ley electoral, listas cerradas, diferencia en el valor de los votos (ventaja para los partidos locales/regionales).

No se, me equivocaré y lo espero (para eso he votado) pero no las tengo todas conmigo.